Tengo la suerte de haber vivido en estos ultimos 15 años cosas que me han hecho convertirme en la persona que soy hoy. Aqui podrás leer porqué me siento capaz de hablarte de autoliderazgo, de crecimiento personal y profesional y de gestión de tiempo. Mi historia y experiencia es el mejor ejemplo, y aquí te lo explico para que sepas ¡que no estas sola! Si por el contrario quieres escucharlo, en el primer capítulo del podcast también te lo explico.
Los momentos duros y el drama
Nací en Alcoy, Alicante (España) en el 1984, siendo la pequeña de una familia numerosa luchadora y trabajadora, que aunque pasó por momentos durísimos, siempre me ha mostrado el valor de la superación y de ser feliz.
Fuí buena estudiante toda la vida, y con 23 años, ya estaba trabajando sin ganas ni ilusión, de lo que había estudiado con sangre y sudor y que desde el minuto uno detestaba: Ingeniería informática. ¿Porqué? ni idea. Quizá eso era lo que se esperaba de mí, lo que tocaba, «lo que tenía futuro», lo que parecía que me gustaba (porque me gustaba el mesenger??), lo que había que hacer para que el resto estuviera contento. Quizá para entonces no se hacía tanto caso a «lo que se te daba bien» de pequeño para encaminar tu carrerra (pero esto es otro tema que ya hablaré en otro momento).
En resumen, empezaba a ser adulta, pero también empezaba a vivir la vida de otros, como la gran mayoría de la gente.
En esa época, por desgracia, tuvimos que vivir en mi familia un gran drama y para más inri mi cuerpo dijo basta al poco y tuve que someterme a una operación de espalda bastante agresiva.
Ambas circunstancias cambiaron mi vida y la manera de verla para siempre: La vida es muy corta, y aquí hemos venido a estar bien y ser felices.
El tiempo que estuve de baja me sirvió para parar y replantearme si realmente era feliz. Claramente no lo era, y tenía que hacer algo para cambiarlo. No quería seguir levantandome todos los días con ganas de volverme a acostar.
La luz al final del camino, pero un camino muy complicado
Acepté que mi pasión era la creatividad, y encontré un master de Multimedia y Artes Visuales que podía sacarme de esa vida gris.
Durante dos años más, trabajé como programadora y analista y estudié el máster a la vez: me levantaba a las 7am y salía de clase a las 22pm. No paraba en todo el día, literal.
Luché contra el cansancio por trabajar tan duro. Me perdí muchos momentos de disfrute con familia y amigos por querer ir a por mi sueño. Tuve que convertirme en hiperproductiva si quería llegar a todo.
Además mi paso del mundo de la ingenieria al del arte y creatividad no fue nada fácil.
En el máster me sentía un bicho raro y tuve muchas ganas de abandonar. ¿Qué hacía una persona “técnica” en un mundo de “creativos”? Tuve que trabajar mucho sobre mis miedos e inseguridades, abrir la mente y aprender cosas nuevas. Pero finalmente, cuando entendí que todos somos únicos y todos tenemos algo que aportar, creí en mi, me di derecho a equivocarme y a brillar en lo que me hacía única… todo empezó a fluir: ¡empecé a disfrutar, crecer y deslumbrar!
Termine mi máster con matrícula de honor, una beca en Barcelona y presentando mi proyecto en un festival multimedia ¡mejor imposible!
Vente pa Alemania, Pepe
Seguidamente me marche a Alemania, donde mi pareja llevaba dos años trabajando y las cosas no fueron (para variar) nada sencillas.
Tras pasarme meses repasando el poco alemán que recordaba de mi erasmus, y practicando a diario para enfrentarme a entrevistas en este idioma, conseguí mi primer puesto de creativa en una empresa, ¡por fin mi sueño empezaba a hacerse realidad!
Empecé como diseñadora grafica y web, y aunque fue muy duro por el idioma y porque era un sector nuevo, continué creyendo en mi, aprendiendo por mi cuenta y practicando sin parar para poder ejercer de lo que siempre había soñado.
Cree además mi propia agencia multimedia en la que en mis ratos libres trabajaba por cuenta propia y de paso practicaba. Estaba siendo emprendedora y trabajadora por cuenta ajena en el extranjero, y además ¡de mi pasión!
A los años, la empresa donde trabajaba cerró, y sinceramente lo vi como una oportunidad para crecer. Al poco tiempo ya había encontrado trabajo en una multinacional donde sigo trabajando de Mánager de Diseño y Experiencia de Usuario.
Y llegó el momento de formar familia
En 2017 fui madre, y eso me transformó de manera profunda. Mi hija es lo más bonito que he creado en el mundo y que no lo cambiaria por nada, pero la maternidad es también dura.
A los meses de convertirme en madre, sentía como si estuviera desapareciendo. El papel de madre había absorbido todas las otras facetas que tanto me había costado sacar a relucir.
Me faltaba algo y no podía entender qué era (a simple vista tenia la vida que siempre había soñado). Había vuelto a tener una vida gris.
Quizá fue la maternidad, y esa “perdida de identidad” que tanto se habla o quizá fue que, para aquel entonces, ya había llegado a mi meta de trabajar de creativa, y ya no tenía ningún propósito de vida definido. O quizá fue una mezcla de ambas.
El crecimiento personal
Gracias a que he sido siempre una apasionada del crecimiento personal, y me he auto-formado “obsesivamente” en todo lo relacionado con este tema y en otros que me apasionan, pude reinventarme profesionalmente, sobre-“vivir” en el extranjero, y ser mejor persona, amiga, pareja y mamá.
Todo eso que ya había puesto en práctica conmigo muchas veces y que había recomendado a muchos amigos y familiares con éxito para ellos, ahora me volvía hacer falta.
Pero esta vez fui más allá. Me permití salir más fuera de lo conocido por mí y mi mente y me cuestioné de mil maneras qué era lo que realmente ahora era mi sueño, mi pasión, mi esencia y qué quería para mi futuro.
Me permití soñar en grande, «fliparme» y creerme que, en realidad, todo es posible, solo hay que trabajar hacia ahí con enfoque.
Tras meses de introspección, conversaciones conmigo y con mis personas cercanas. Muchos ejercicios, notas realizadas, podcasts escuchados y libros leídos lo empecé a ver claro. Y es que una vez más parar y decir basta, me hizo ver que algo no iba bien y que había que tomar acción si quería seguir viviendo mi vida a todo color.
Así me convertí en podcaster y motivadora
Mi nueva pasión- y no tan nueva (porque realmente lo hacia de siempre) era comunicar y motivar. Pero mi síndrome del impostor no me dejaba en paz. ¿Quién era yo para hacer esto? No era ni periodista, ni había estudiado comunicación, ni psicología, ni siquiera era coach.
Una vez más, me di permiso a probar, a practicar eso que deseaba ser y a crear poco a poco la vida que deseaba. Pensé en qué era lo que me hacia a mí especial para poder ayudarte.
Y si has llegado hasta aquí te habrás dado cuenta ya. Mi propia experiencia de vida me ha hecho experta en el tema. El autoliderazgo en todos los ámbitos de mi vida se ha convertido en mi foco desde hace mas de 12 años: cambiar de carrera profesional, vivir en el extranjero, emprender fuera y dentro de mi empresa y la maternidad me ha hecho estar constantemente saliendo de mi zona de confort y crecer exponencialmente.
Lo de hablar me viene de serie, y motivar viene intrínseco en mi manera de ser positiva, optimista y enérgica. De verdad, deseaba poder ayudarte con mis consejos y experiencia;)
Así que dejé fuera mis dudas y miedos y empecé a cambiar las cosas poco a poco para ir adentrándome en este mundo y probar si realmente eso fluía conmigo. Y así fue, y mucho.
Empecé mi podcast Me motiva en marzo del 2020 justo antes de la pandemia mundial, lo acompañé con publicaciones en redes y ahora en noviembre del 2020 abro mi web para seguir aportándote mucho mas valor aquí, en mi casa virtual.
Y ahora es tu turno
Quiero mostrarte que dentro de ti hay mucho más de lo que piensas, y que tienes que darte el permiso para brillar. Siendo tu misma, la vida empezará a fluir y que a pesar de la pereza, las dificultades, o el miedo, si eliges autoconocerte y trabajar en ti, podrás crear la vida que te motiva y liderarla.
Mi misión es inspirarte a que encuentres tu esencia y lideres tu vida en todos los aspectos para que seas realmente feliz.
¡Lo tuyo sí que es vivir la vida! Cuando ves todo negro y sabes que ese es justo el momento de darle color, has descubierto el auto-liderazgo. Y si en el camino descubres historias como la tuya, eso es inspiración y un gran empujón para salir a disfrutar del mundo.
Muchas Gracias Loreto por tu comentario!!
por suerte, en este camino de autoliderazgo estamos muchas, entre ellas TU!! y entre todas nos ayudamos!!
besotesss
Míriam, me ha encantado!!!!
Es que eres esencia pura!!!!